viernes, 5 de octubre de 2018

Ángeles y arcángeles: la angelología según la filosofía escolástica

Siempre se dice que todos tenemos un ángel guardián. Los padres de la Iglesia estudiaron el tema y el que mas a fondo lo abordo es Tomas de Aquino en su libro Suma Teológica. El Teólogo nos enseña en el Suma: "ángel significa mensajero". En la Biblia la acción del ángel es comunicar lo oculto de Dios y no solo eso también purificar, iluminar y perfeccionar. Luego nos explica, que no todos los espíritus celestes son iguales y que así como hay una jerarquía eclesiástica: obispo, presbítero y diacono; también hay una jerarquía celeste en orden a un fin.
Los ángeles representan ministerios, oficios y dones. Tomás cita al autor Gregorio y enseña que existe una jerarquía de acuerdo al ministerio: "se llama Ángeles a los que anuncian las cosas menos importantes; Arcángeles a los que anuncian las cosas mas sublimes; Virtudes a los que obran milagros; Postestades, a los que reprimen y ahuyentan los poderes adversos; Principados, a los que presiden a los mismos espíritus buenos" (Q 108, Art 5). Esta jerarquía proviene de la Epístola a los Efesios 1,21: "Dios constituyo a Cristo en cuanto hombre sobre todo principado, y potestad,y virtud, y dominación".
Dionisio otro autor citado propone o sostiene que pueden ser ordenados como "serafines, querubines y tronos", también como "Dominaciones, virtudes y Potestades" y finalmente como: "Principados, Arcángeles y Ángeles".
Estas diferencias se deben fundamentalmente en que en la Biblia los ángeles son citados a veces como Ángeles, otras como Arcángeles, otras como Serafines o Querubines y siempre cumpliendo distintas funciones en orden a la providencia divina.
El teólogo nos explica hay ángeles custodios, es decir todos tenemos un ángel guardián:"Cada alma tiene señalado su ángel custodio desde el momento de nacer" (Q 113, A6); "el porque de esto radica en que la guarda angélica es una ejecución de la divina providencia sobre los hombres". (Q 113, A 2), también nos dice que ellos se nos pueden aparecer: "el que alguna vez se aparezcan visiblemente a los hombres, es por una gracia especial de Dios; como suceden también los milagros fuera del orden de la naturaleza" (Q 113 A 1).
Así pues los escolásticos desde su enseñanza nos recomiendan orar, es decir hablar internamente con el espíritu del ángel guardián, siempre y en todo momento.

miércoles, 3 de octubre de 2018

La Biografía de San Agustín en Confesiones

San Agustín escribió en su Libro Confesiones sobre cuestiones filosóficas fundamentales para el hombre: el problema de las herejías, la existencia de la verdad, el problema del mal y la iluminación espiritual. San Agustín junto con Tomas de Aquino hacen un esfuerzo de síntesis entre los griegos y la nueva fe cristiana. A través de su biografía personal nos narra sobre las miserias de su vida pasada y de como la providencia divina que todo lo dispone actúa sobre su vida, comenta la influencia de Platón en sus estudios y se lamenta sobre la insuficiencia de la filosofía griega para alcanzar la gracia y el estado de iluminación espiritual. Sobre el tema reflexiona: "En la Piedad esta la sabiduría" (Libro 5, C 5, Confesiones). Piedad es la traducción literal de Temor de Dios, esto lo toma del Libro de Job. Y acá se produce la diferencia con Aristóteles que asocia la sabiduría a la prudencia. También nos habla de las herejías (enseñanzas del error) de la astrología, el maniqueísmo y el apolinarismo; el cristianismo en aquellos tiempos, el lo narra, se veía amenazado por estas ideas. Para San Agustín, no existen dos naturalezas una buena y una mala que se oponen, como algunas herejías afirmaban, sino que por la naturaleza pecadora del hombre debido a la concupiscencia estamos privados del verdadero conocimiento, y necesitamos de la iluminación de la fe y con ella la Piedad para alcanzar el conocimiento de la verdad y la sabiduría, la prudencia es insuficiente, de aquí la importancia de la idea cristiana Providencia:"la Caridad se ha difundido en nuestros corazones por el espíritu santo"

jueves, 27 de septiembre de 2018

La amistad según San Agustín

San Agustín, Doctor de la Iglesia, diserta en su libro Confesiones sobre la amistad. Este libro escrito con un estilo poético, y no prosa, nos narra su historia, su itinerario personal en el descubrimiento de Dios, del amor a la sabiduría y porque no de la verdadera filosofía, que es eso justamente amor por la sabiduría.
En su libro Confesiones, el autor confiesa su amor (de amistad), por un discípulo que se convierte en su mejor amigo, tras su muerte, el comprende el dolor y la naturaleza de la amistad y afirma: "no hay amistad verdadera sino entre aquellos a quienes tu reúnes entre si por medio de la Caridad",Confesiones Libro IV, C 4. Luego cita a Aristóteles: "era la mitad de su alma", "mi alma y la suya no eran mas una en dos cuerpos", Libro IV, C 6, es en este punto que San Agustín se asemeja mucho a Aristóteles, es decir desarrolla la amistad por "reciprocidad".
Pero el pensamiento de San Agustín no termina acá, el autor concluye que la amistad si bien es hermosa y que todo surge del "querer bien", en definitiva la amistad esta asociada al dolor de perderla y todo debe remitirse, es decir tener su sustento en algo más, y ese "algo" en ultima instancia es la bienaventuranza divina:"Bienaventurado el que te ama a ti Señor; y al amigo en ti, y al enemigo en ti" Confesiones Libro IV C 9.

miércoles, 9 de mayo de 2018

La filosofia objetivista

Ayn Rand fue una escritora norteamericana de origen ruso, es la autora de varios libros entre ellos "La Rebelión del Atlas" y "La virtud del egoísmo" y creadora de la filosofía objetivista.
El objetivismo es básicamente la filosofía del egoísmo. Ayn Rand parte de la pregunta: ¿Que es la moral?
La autora sostiene que los seres humanos somos naturalmente egoístas y partiendo de esto surge la elección racional de los valores (es decir lo que nos importa) para alcanzar la felicidad. Este planteo tiene una similitud con los trabajos de Aristóteles: "Ética a Nicomaco" y "Acerca del alma".
La idea central de Ayn Rand se centra en el uso de la razón y la Regla de Plata: "No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti". Según la autora esta regla es la base para definir el bien y el mal, el fin ético del hombre.
Continuando con su planteo sostiene y afirma que el capitalismo, específicamente el "laissez faire", es el único sistema político compatible con el egoísmo racional. Es en este punto en que el trabajo de Ayn Rand deja las ideas planteadas por Aristóteles y comienza un desarrollo similar a Jean Jacques Rousseau en "El Contrato Social"; el estado tiene como fin único y básico el defender los derechos del hombre.
El objetivismo puede verse como el corolario del pensamiento norteamericano de la posguerra.